Miradas socioeducativas ante menores infractores (15)



MESA REDONDA

Creando redes


Formación y empleo en tiempos de crisis

Carmen Gimeno Nasarre
Directora del Departamento Integración Laboral, FAIM

Maria Peco Alcubierre

Técnico Departamento Integración Laboral, FAIM
Tutora de Empleo del Equipo de Medio Abierto


INTRODUCCIÓN

A finales del año 2004, iniciamos un programa de empleo, junto con el INAEM que nos permitió crear una estructura de apoyo a la inserción socio laboral de los jóvenes infractores que se encontraban cumpliendo una medida judicial en el centro de reforma.

A raíz de este trabajo, observamos la necesidad de poder dar cobertura y continuidado al trabajo que durante la estancia de estos jóvenes infractores en el centro de reforma, se hace desde el área de inserción laboral, en definitiva crear una estructura global de apoyo que nos permitiera construir un itinerario de inserción socio laboral integrado, real y personalizado para cada uno de estos jóvenes no solo cuando están dentro de un centro cerrado sino también cuando salen de libertad. En la mayor parte de los casos tras el cumplimiento de las medidas judiciales de internamiento se debe de cumplir una medida judicial en medio abierto (libertad vigilada).

Esto supone un nuevo cambio en la vida de los jóvenes infractores, que pasan del cumplimiento de una medida judicial cerrada, en un sistema estructurado y organizado a cumplir la medida judicial en su medio social y familiar, participando de nuevo en su entorno, de sus relaciones interpersonales bajo la responsabilidad y obligatoriedad del cumplimiento de la medida judicial.

Por este motivo desde mediados de 2005, el trabajo de FAIM se extiende al área de atención al menor en conflicto social, en concreto al Equipo de educadores de medio abierto que es el encargado de ejecutar todas las medidas judiciales impuestas en medio abierto.

Empezamos trabajando un orientador/tutor laboral, integrado dentro del EMA como apoyo al trabajo de los educadores, realizando los itinerarios formativos y laborales de los jóvenes que al salir del centro de reforma tenían que cumplir un periodo de libertad vigilada. En la mayoría de los casos la acción orientadora se integra dentro del programa individual de ejecución de la medida de cada uno de los adolescentes, siempre trabajando no desde la imposición sino desde el compromiso y el diálogo entre: EDUCADOR – MENOR- ORIENTADOR

Creamos en ese momento esa estructura puente entre ambas entidades, abriendo cauces de comunicación, coordinación y cooperación entre ambas que han permitido entre otras cosas que el joven que sale del centro de reforma lo haga con un itinerario personalizado, iniciado y con la garantía de que se le va a dar continuidad en la etapa de medio abierto. En ese momento el itinerario se integrará como se ha señalado antes en el plan individualizado de libertad vigilada, no como algo estático y cerrado sino como algo que se puede modificar, cambiar en función de la evolución del adolescente, del cumplimiento de la medida judicial, de las circunstancias sociales y familiares, etc.

Si bien es cierto que nuestro trabajo no quedó ahí, y a través de la consecución de programas subvencionados bien por el INAEM, bien por IASS, construimos un departamento con personal suficiente para poder dar cobertura no solo a los jóvenes antes citados sino también a aquellos que no necesariamente habían pasado por un periodo de internamiento en el centro de reforma sino que sus medidas judiciales se tenían que ejecutar en medio abierto desde el principio.

De este modo adquirimos las competencias de crear un itinerario integrado de inserción (con actuaciones sociales, familiares, personales y laborales) en coordinación con los demás profesionales que intervenían en la ejecución de su medida.

Actualmente somos dos orientadoras laborales las que nos encontramos trabajando en el equipo de medio abierto y otras dos en el centro de reforma.

Una pequeña pincelada a acerca de las características socio laborales (nos referimos a características específicas en cuanto a su empleabilidad: CARACTERÍSITICAS ACTITUDINALES Y/O PERSONALES, CARACTERÍSITICAS LABORALES Y/O FORMATIVAS Y CARACTERÍSTICAS SOCIO FAMILIARES) de los adolescentes con los que trabajamos serían las siguientes

Características en base a FACTORES ACTITUDINALES:

  • Baja autoestima y autoconfianza
  • Falta optimismo ante el mercado de trabajo.
  • Planteamiento laboral a muy largo plazo y percibido como un medio de subsistencia y percibido como un aspecto meramente económico.
  • Exigencias muy marcadas hacia el mercado laboral.

Características en base a FACTORES LABORALES Y FORMATIVOS:

  • Presentan altos índices de absentismo y fracaso escolar.
  • Escasa formación ocupacional o pre-laboral.
  • Baja predisposición al esfuerzo.
  • Alta capacidad para tareas manipulativas.
  • Experiencia laboral escasa o nula (un dato importante es destacar que para muchos de estos adolescentes el encontrar un trabajo implica encontrar su primer trabajo).

Características en base a FACTORES SOCIO FAMILIARES:

  • Entorno familiar y social con déficits sociales y económicos.
  • Necesidades económicas que dificultan el acceso de formación.
  • Y que facilitan el acceso a las economías sumergidas.
  • Existencia de problemas de salud mental.
  • Presentan altos índices de dependencia y adicciones.Se dan casos de discapacidad y minusvalías.

METODOLOGÍA Y PROTOCOLO DE INTERVENCIÓN

Teniendo en cuenta todas estas características y factores, parece adecuado plantear el trabajo con una metodología basada en cada adolescente o joven, en sus necesidades y en sus posibilidades. El objetivo principal es que cada uno de ellos sea el protagonista y responsable de su propio desarrollo formativo laboral, y por tanto de su proyecto vital. Se trata de que sea una intervención de naturaleza educativa con acciones que tienen un carácter preventivo y orientadas a la reinserción social, y con el objetivo de conseguir la integración del joven en la sociedad.

Por este motivo cada itinerario de inserción que se inicia con cada joven es único, individual y personal. Todas las acciones que se pautan o marcan en el mismo son consensuadas entre el educador / menor / tutor, siempre teniendo en cuenta la medida judicial como marco referencial.

El itinerario no es fijo y permanente en el tiempo, sino flexible y adaptable, ya que cada uno de ellos, cuenta con el apoyo de una orientadora que ayudará a dar los pasos en ese itinerario, acompañará en las acciones y realizará el seguimiento de las mismas. Al trabajar de este modo, se puede reconducir y modificar el itinerario según las nuevas necesidades o situaciones que vayan surgiendo en el camino.

Este acompañamiento constante, permite, poder trabajar otros aspectos tales como el sentimiento de fracaso, la angustia, la desesperación ante el “no” etc.

Igualmente es reseñable tener en cuenta que, con los factores antes señalados y teniendo presente el marco que impone la medida judicial, las acciones que se desarrollan con cada joven, no tienen por qué ser las mismas ni tampoco el itinerario de cada uno de ellos tiene por qué empezar y finalizar en el mismo lugar. Esto permite como hemos dicho anteriormente, dar una respuesta real y concreta a estos jóvenes.

PERO ¿CUAL ES TRABAJO DEL DÍA A DÍA? ¿CÓMO TRABAJAMOS?

La primera toma de contacto con cada uno de los jóvenes es una entrevista personal, donde tenemos un formato de entrevista tipo, que nos orienta acerca de la información que debemos obtener para conocer la empleabilidad de este joven. La entrevista personal inicial es como hemos señalado anteriormente una mera toma de contacto, conocer al joven, que nos conozca, presentar el trabajo que conjuntamente vamos a realizar, en definitiva empezar a conocernos mutuamente y a conocer lo que vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer.

A partir de esta entrevista iniciamos los que denominamos FASE INICIAL, que consiste en una serie de entrevistas, no tienen por que, en número, ser las mismas para todos, en las que a parte de ir conociendo mas a fondo al joven, vamos obteniendo datos a cerca de sus posibilidades de empleabilidad, de sus habilidades sociales, laborales, de sus relaciones sociales y familiares. Esto nos permite ir creando un camino, ir creando el ITINERARIO real, personal y adaptado a las necesidades de cada joven.

Una vez planteado y consensuado el itinerario laboral se inicia lo que nosotros determinamos como FASE de DESARROLLO, esta fase es la fase en la que se lleva a cabo el itinerario propuesto en la etapa anterior, se llevan a cabo las acciones planteadas:

  • Tutorías individuales.
  • Talleres de habilidades sociales.
  • Talleres grupales de búsqueda de empleo.
  • Formación adaptada.Búsqueda de recursos.
  • Búsqueda de empleo

Todas estas acciones se hacen con el acompañamiento y seguimiento permanente de la orientadora laboral de referencia.

Pese a que el itinerario laboral se plantee en la fase anterior, en todo momento se puede ir modificando, aumentando y reduciendo en base a los avances os retrocesos que cada uno de ellos vayan realizando.

Destacar que en esta fase es muy usual, tener que reconducir las acciones que se van realizando a través de la motivación y apoyo de los orientadores laborales, puesto que entran en juego no solo los factores intrínsecos a cada joven sino también todos los factores externos que pueden influir en el proceso de inserción social y laboral: medida judicial, la familia, los amigos, etc..

Y para finalizar de CIERRE, el hecho de que esta fase se sitúe al final del proceso no significa que se desarrolle de una forma lineal respecto a las anteriores. El seguimiento individualizado en cada una de las fases anteriores implica una evaluación durante el proceso, no sólo del trabajo con el menor, sino de nuestra propia intervención. Esto significa que las acciones de evaluación se realizan al mismo tiempo que el resto de los “momentos” antes descritos del proceso. Sólo la evaluación institucional, por su naturaleza justificativa demandada tendrá un carácter final o conclusivo del proceso.


PROTOCOLO DE

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